Premios EISA 2019: Sony FE 400mm F2.8, el mejor teleobjetivo

Los teleobjetivos son clave en la fotografía deportiva o en cualquier otra en la que sea necesario poder enfocar rápidamente a muchos metros de distancia. Y para los Premios EISA 2019 el Sony FE 400mm F2.8 ha sido sin duda el mejor del año. Son muchos los méritos de este teleobjetivo, que ahora vamos a repasar.

Estamos ante aun súper teleobjetivo, sencillamente. Cuenta con una gran apertura, que permite disfrutar de una velocidad sin precedentes. Un teleobjetivo que a pesar de su gran tamaño, como suele ser habitual, tiene un peso muy ajustado.

Sony FE 400mm F2.8, el súper teleobjetivo

Uno de los aspectos destacados de este objetivo sin duda es la gran velocidad que consigue gracias a sus nuevos motores lineales. Estos nos brindan una potencia bastante superior a la que estamos acostumbrados en otros modelos estándar. Tiene un rendimiento cinco veces superior cuando se trata de seguir sujetos, además, en combinación con un nuevo algoritmo, es capaz de mover el grupo objetivo con un silencio sin precedentes. Esto permite al Sony FE 400mm F2.8 ser perfecto para capturar sujetos en la naturaleza y en eventos deportivos.

Premios EISA 2019

El bokeh es otro de los puntos fuertes de este teleobjetivo. Su diseño nos permite disfrutar de una enorme resolución incluso en los bordes. Loe elementos de fluorita reducen al máximo la distorsión cromática. La esférica se ha mantenido a raya durante el proceso de diseño y fabricación, obteniendo un bokeh de calidad máxima. Es compatible con objetivos 1,4x y 2,0x para obtener una resolución y contraste extraordinarios.

Premios EISA 2019

Como decíamos antes, a pesar de su gran tamaño, es un teleobjetivo bastante ligero para lo que estamos acostumbrados. Su peso es de 2.895 gramos, algo que Sony ha conseguido gracias a los componentes de aleación de magnesio que reducen su peso. Es un teleobjetivo ágil para su uso sin trípode o con un monopié. Su diseño además resiste estoicamente tanto el polvo como la humedad. El enfoque manual siempre está a mano, para utilizarlo girando la anilla de enfoque incluso cuando estamos en el modo AF-C. Un algoritmo también es el responsable de estabilizar la imagen y hacer un encuadre más sencillo. En definitiva, este es el teleobjetivo más sorprendente del año.

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