Amplificador integrado con “streamer” Lyngdorf Audio TDAI-1120

Estamos ante el resultado de un esfuerzo notabilísimo por parte de una marca particularmente elitista con el fin de acercar la singularidad conceptual y técnica de sus realizaciones a un mayor número de usuarios

El segundo producto de Lyngdorf Audio analizado en estas páginas fue objeto de una presentación en sociedad “virtual” el pasado día 2 de septiembre. Un “acto” escueto en cuanto a duración aunque bien planteado en su formato, como no podía ser de otro modo viniendo de una empresa afincada en un país tan sofisticado como Dinamarca. Aburrimiento importante y ausencia total de glamur, que ahora mismo es lo que toca por cortesía de “Mr. Bug”. Pero les mentiría si les dijese que la presentación de marras no cumplió su función, por lo menos desde el punto de vista informativo, y la verdad es que, como hemos podido comprobar más de dos meses después, el amplificador integrado estereofónico con streamer incorporado TDAI-1120, que así se llama el protagonista del presente análisis, rompe esquemas al ser el primer producto verdaderamente asequible –entendido como “no inaccesible”- comercializado por una marca que desde el primer día de su fundación ha tenido una clara vocación elitista.

Amplificación conmutada, versatilidad y sistema de corrección de salas “pro”

Resulta imposible resistirse a la vistosidad de la interfaz de usuario del muy compacto Lyngdorf, materializada en una sucesión de botones dispuestos en dos círculos concéntricos en la mitad izquierda de su panel frontal. Botones que hacen referencia a entradas genéricas –digitales, analógicas- por un lado y a funcionalidades concretas –Bluetooth, roon, vTuner, TV- por otro- a fin de que el usuario, que también tiene la opción de controlar el TDAI-1120 desde el dispositivo móvil u ordenador de su elección utilizando la preceptiva “app”, se sienta lo más cómodo y despreocupado posible durante el manejo diario del aparato.

En lo que a detalles de la tecnología interna se refiere, siento decir que Lyngdorf es, de nuevo, hermética al respecto aunque el hecho de que en la “videopresentación” antes mencionada nos mostraran una fotografía del interior del aparato constituye todo un progreso al respecto. Lo que sí puedo decirles, es que el TDAI-1120 incorpora una sección de amplificación de potencia a conmutación –léase configurada en Clase D- que le permite entregar unos respetables 60 vatios continuos por canal sobre 8 ohmios, cifra más que suficiente para llenar de sonido una sala de tamaño mediano, incluso mediano/grande si las cajas acústicas asociadas tienen una sensibilidad razonablemente alta (léase igual o superior a 92 dB/W/m).

El TDAI-1120 tiene “de todo un poco” en lo que a conectividad se refiere, toma de fono y posibilidad opcional de integración en sistemas de domótica incluidas. Nos hubiera gustado ver un segundo par de terminales de conexión a cajas acústicas para facilitar el bicableado, pero las compactas dimensiones del aparato no dan para más.

Pero si hay una funcionalidad del Lyngdorf que realmente impresiona, es sin duda el sistema de corrección de salas PerfectRoom exclusivo de la marca que incorpora y que hasta ahora sólo estaba disponible en los modelos de más alta gama de la misma. En palabras de sus creadores, “El PerfectRoom” es el único sistema de corrección de salas actualmente disponible que puede analizar las propiedades acústicas de una sala, los modos de resonancia (picos y caídas), la respuesta en función de la potencia, la directividad de las cajas acústicas, la atenuación de las frecuencias altas y la curva de atenuación de las frecuencias bajas. El uso de las avanzadas técnicas de medición tridimensional de Lyngdorf tiene como resultado el cálculo de una curva de respuesta única que asegura unas prestaciones perfectas a lo largo de toda la sala independientemente de las propiedades de esta última, las posiciones de las cajas acústicas y la posición del oyente.” A ello hay que sumar una gran facilidad de configuración y de uso, hasta el punto de que muy a menudo el resultado obtenido permite obviar la realización de un tratamiento acústico adicional.

El carácter eminentemente “digital” del Lyngdorf no le impide albergar en su interior componentes habituales en las electrónicas de corte analógico más tradicionalistas, signo inequívoco de la atención que la firma danesa presta a la calidad sonora.

VALORACIÓN ONOFF

+Sonido analítico pero “amable” en línea con la “escuela escandinava”.

+Capacidad de entrega de corriente que facilita la elección de las cajas acústicas.

+Potencia de salida suficiente para sonorizar salas de tamaño mediano.

+Efectividad indiscutible del sistema de corrección de salas “RoomPerfect”.

+Diseño industrial muy llamativo; facilidad de integración en cualquier espacio.

+Interfaz de usuario tan impactante a nivel visual como eficaz.

+Conectividad versátil en la que se agradece la presencia de una toma HDMI ARC.

+Sección de fono de alta calidad que impacta en un producto casi 100% “digital”.

+Posibilidad opcional de integración en sistemas de domótica con control por IP.

-Reproductor multimedia no compatible con archivos DSD nativos.

-Ausencia de una toma USB en el panel frontal.

VALORACIÓN

CONSTRUCCIÓN: 4

DISEÑO: 5

PRESTACIONES: 4

CALIDAD SONORA: 5

CALIDAD/PRECIO: 5

CARACTERÍSTICAS

  • POTENCIA DE SALIDA: 2×60 vatios continuos sobre 8 ohmios o 2×120 vatios continuos sobre 4 ohmios
  • RESPUESTA EN FRECUENCIA: 20-20.000 Hz, +/-0’5 dB
  • REPRODUCTOR MULTIMEDIA INCORPORADO: compatible Internet Radio (vTuner), Spotify Connect, Roon ready, Chromecast built-in, DLNA (uPnP) y archivos de música locales (vía USB)
  • ENTRADAS DIGITALES: 1 coaxial, 1 óptica y 1 HDMI compatible ARC
  • ENTRADAS ANALÓGICAS: 1 de Fono MM, 1 de Línea no balanceada y 1 XLR para el micrófono de calibración RoomPerfect
  • CONECTIVIDAD INALÁMBRICA: Bluetooth y AirPlay 2
  • DIMENSIONES: 300x101x261 mm (An x Al x P)
  • PESO: 8 kg
  • WEB DISTRIBUIDOR: sitandb.com
  • PVP: 1.999 euros

ACERCA DEL AUTOR