Banco de pruebas para el nuevo Yamaha RX-V4A

Podría extrañar empezar a destacar de un receptor AV aspectos tales como que está especialmente dirigidos a los amantes de las videoconsolas y el cine en casa, o que integra puertos HDMI 2.1 con soporte para vídeos a resoluciones de hasta 8K y HDR10+. Al fin y al cabo, es un dispositivo de audio, no de imagen.

Pero todo toma sentido si consideramos que, en circunstancias normales, el amplificador se va a conectar directamente a la consola, al lector de Blu-ray o a cualquier otro dispositivo reproductor de vídeo, recibiendo su señal en las entradas, que a su vez va a enviar a la pantalla. Y ha de estar capacitado para poder transmitir a la pantalla exactamente la misma señal de vídeo que recibe, sin eliminar nada importante y por eso es fundamental que soporte las mejores características de la señal de vídeo. Y eso hace este receptor. Un aparato, por cierto, muy bello, con una estética que rompe con aquella a que nos tenía acostumbrados Yamaha. El dial de volumen se coloca ahora en posición central, desplazando a un lado el pequeño display, proporcionando al aparato un aspecto imponente.

Para sumergirse en el juego y ver pelis como en el cine

Como complemento a los detalles mencionados anteriormente, el RX-V4A es compatible con resolución 4K a 120 Hz y 8K a 60 Hz. Tras una actualización de software tendrá todas las funcionalidades avanzadas de HDMI 2.1: el modo automático de baja latencia (ALLM) que consigue una visualización e interactividad fluidas, sin retrasos y sin interrupciones; la frecuencia de actualización variable (VRR), que reduce o elimina el retraso, el tartamudeo y el desgarro del cuadro para una jugabilidad más fluida y detallada; Quick Frame Transport (QFT), que reduce la latencia para un juego más fluido sin retrasos y una realidad virtual interactiva en tiempo real; y Quick Media Switching (QMS), perfecta para disfrutar de películas y vídeos porque elimina el retraso que puede darse en cuadros en blanco antes de mostrarse el contenido.

El realismo y la inmersión sonora mejorada se consigue gracias a la compatibilidad con Dolby Vision, Dolby TrueHD y DTS-HD Master Audio. También integra la tecnología exclusiva Cinema DSP 3D. Gracias a la recopilación y digitalización de datos sonoros de salas de conciertos de todo el mundo el receptor es capaz de reproducir estos espacios en la sala del usuario, proporcionando un gran realismo.

5.1 canales y gran versatilidad

El receptor RX-V4A es un equipo que ofrece de 5.1 canales con una potencia de 80 vatios RMS por canal. Ofrece 4 entradas y una salida HDMI. Pero el receptor no es solo un gran complemento para juegos y películas, sino que se puede utilizar también para disfrutar de la música. Se puede integrar perfectamente en un sistema MusicCast. Con la app del mismo nombre, se gestiona la música que suena en distintas habitaciones, se puede acceder a las fuentes y dispositivos de transmisión y controlar el receptor mediante el smartphone o la tableta. Además, se puede combinar con los altavoces inalámbricos MusicCast 20 y 50 de Yamaha o con el subwoofer inalámbrico como MusicCast Sub 100. La conectividad inalámbrica es también amplia, con WiFi, AirPlay 2, Spotify Connect y USB. Los formatos de archivo que puede reproducir son muy amplios, incluyendo los de alta resolución, hasta DSD 11,2 MHz. Otras conexiones disponibles son una entrada digital óptica otra coaxial y tres de audio analógico.

Para ayudar a la configuración del receptor, se cuenta con la aplicación AV Setup Guide, que ofrece una guía experta para la instalación, conexión de los cables y otros ajustes.

Como punto final, el receptor se puede controlar mediante Alexa de Amazon, el asistente de Google y Siri de Apple.

Las amplias opciones de conectividad cableada complementa a las inalámbricas.

Optimización para cualquier habitación

El RX-V4A dispone de calibración automática de habitación multipunto YPAOTM (Yamaha Parametric Room Acoustic Optimizer), que analiza la acústica de la sala y calibra el audio en consecuencia para optimizar el sonido en ese espacio concreto. No importa el tamaño ni la morfología de tu sala de escucha, el sistema rendirá siempre de forma idónea, logrando un disfrute total.