Probamos el amplificador integrado americano MA8950 que es prácticamente el “tope” de la marca, y tiene argumentos para serlo.
Precio: 12.999 € (IVA incluido)
La americana McIntosh inició su andadura hace 75 años y buena parte de su mito se forjó con amplificadores a válvulas, además de esa estética inconfundible, desde hace décadas, con sus frontales en cristal oscuro y vúmetros de hipnótico fondo azul. McIntosh tiene excelentes amplificadores a transistores, en los que usa algo también casi único: transformadores de salida para adaptarse a la impedancia de los altavoces, sí, cierta herencia de los amplificadores a válvulas. Probamos el modelo de alta gama MA8950 en una audición realizada en el madrileño establecimiento Clave Audio, con las cajas Quad ESL 2912, de las que hablaremos pronto en estas páginas.
Descripción
Dentro del catálogo de amplificadores integrados a transistores de McIntosh, el MA8950 no es “lo más” y ocupa un lugar intermedio solamente porque por encima tiene un hermano cercano algo más potente, el MA9500 (300 vatios por canal), y el más exclusivo MA12000 que es híbrido (preamplificador a válvulas). Por debajo hay otros cuatro integrados de menores prestaciones, y por eso a mí me parece que con este MA8950 prácticamente alcanzamos el “top” de la marca… Sus 200 vatios de potencia o los imponentes 34 kg que pesa (que nadie no intente levantarlo sin ayuda) lo dejan claro.
Ese peso refleja su complejidad interna y lo serio de su planteamiento: una alimentación muy robusta, con reserva de energía mejorada para poder hacer frente a picos dinámicos por encima de su potencia nominal, y los autotransformadores de salida que permiten optimizar la carga de las cajas conectadas (desde 8 hasta solamente 2 ohmios). Los sistemas de vigilancia propios de McIntosh (Power Guard y Sentry Monitor) se encargan de que la etapa de potencia ofrezca un músculo notable sin riesgos y con control.
Todo el carácter y estilo de McIntosh en un potente amplificador que integra fono y DAC
En el otro extremo, el del tratamiento de señales de entrada, el MA8950 no se queda nada corto. Un previo de fono con entradas separadas para cápsulas de imán (MM) o bobina (MC) móviles, ajustable en el segundo caso, hará felices a los amantes del vinilo. Entradas RCA y una XLR completan las entradas analógicas, y la otra estrella de este integrado es su placa conversora DAC, con chip ESS Sabre y muy versátil en los formatos PCM o DSD. Y un extra que me gustó: entrada HDMI compatible con formatos de cine DTS o Dolby Digital.
Conectado a un televisor a la última, el McIntosh no necesitará que cambiemos en aquél la salida digital a PCM, sino que él mismo recibirá el flujo DTS/DD y lo convertirá en estéreo, porque lógicamente aquí tenemos un amplificador de dos canales y excelente categoría. Si las cajas lo necesitan, la salida de previo nos permitirá añadirles uno o dos cajones de graves a ese sistema de cine-estéreo tan interesante.
Dos extras más del McIntosh MA8950: un control de tonos o ecualizador (analógico) con cinco frecuencias elegidas por su importante al adaptarlo a algunas grabaciones o salas (por ejemplo el de 30 Hz bien puesto para eliminar resonancias). Y una salida de auriculares con el sistema HXD (Headphone Crossfed Director) para mejorar la percepción espacial.
Audición
Como comenté al principio realizamos la audición del amplificador en Clave Audio con las grandes cajas electrostáticas Quad ESL 2912 (volveremos sobre ellas el mes próximo) y usando como fuente el reproductor digital Rose RS150, conectado por digital al McIntosh. El DAC interno reconocía sin problema la resolución original de las pistas que íbamos eligiendo en Roon y al placer auditivo reconozco que el McIntosh le añade dos sentidos más: el visual (por estética y viendo los vúmetros en acción) y el táctil, pues los controles y el acabado dan ganas de andar tocándolo.
El sonido impresiona en primer lugar por su músculo, moviendo las Quad sin problema a cualquier volumen (confieso que en algún momento abusé). Luego, por la tridimensionalidad de la escena sonora recreada, amplia, sorprendentemente profunda, y precisa, algo que de cara a ese uso con TV y cine es buena cosa. Y por último por su perfil sonoro, siempre fluido y agradable, poniendo por delante esa sensación placentera del sonido “dulce” pero sin esconder detalles en grabaciones bien conocidas… ¡Un señor amplificador!
A Destacar ON OFF
- + Amplificador capaz de mover cualquier caja a cualquier volumen
- + Muy versátil con su fono MM, MC y DAC (capaz para cine en estéreo)
- + Sonido que aúna dulzura, ritmo, garra y tridimensionalidad
- – Echaríamos de menos solo una conexión de red (streamer)
Valoraciones McIntosh MA8950
- CONSTRUCCiÓN 5/5
- DiSEÑO 5/5
- CALiDAD 5/5
- PRESTACiONES 5/5
- CALiDAD/PRECiO 5/5
Datos Técnicos
- TIPO: Amplificador integrado estéreo de alta gama a transistores con Autoformer de salida, convertidor DAC interno y mando a distancia.
- Potencia y distorsión: 200 vatios continuos (bajo 8, 4 y 2 ohmios), menos de 0,005% THD, 3’1 dB de Headroom dinámico
- Entradas: 8 analógicas RCA (incluyendo 1 fono MM y 1 fono MC), 1 analógica XLR, 7 digitales (2 RCA, 2 ópticas, 1 MCT, 1 USB y 1 HDMI ARC)
- Salidas: altavoces (8, 4 o 2 ohmios), RCA fijas y variables (2), auriculares con HXO.
- Formatos digitales: PCM hasta 32 bit/384 kHz, DSD512, DTS y DD (HDMI)
- Dimensiones: 445 x 476 x 194 mm (ancho x profundo x alto), peso 34 kg
- Distribuye: www.sarte-audio.com