Banco de pruebas: Caja acústica Klipsch RP-600M

Es la hermana inmediatamente mayor de la sorprendente RP-500M, analizada en estas mismas páginas a principios de año y a la que supera con brillantez gracias al uso de un woofer de mayores dimensiones.

A pesar de que es bien sabido que no se pueden pedir peras al olmo, resulta innegable que en el mundo del audio un diseño verdaderamente bien pensado permite alcanzar ese “duro a cuatro pesetas” –que me perdonen los lectores que ya sólo saben contar en euros- que constituye el particular Olimpo de quienes buscan altas prestaciones al mejor precio o sencillamente están atados de pies y manos en lo que a espacio para su equipo de Alta Fidelidad o Cine en Casa se refiere. Una de las marcas más duchas en lo que acabo de decir es la estadounidense Klipsch, cuyos casi 75 años en la primera división del audio –y además tanto doméstico como profesional- y su liderazgo en el ámbito de los altavoces cargados en bocinas le han permitido poner al alcance de un amplísimo espectro de aficionados cajas acústicas de prestaciones más que notables, en algunos casos indiscutiblemente sobresalientes. Un magnífico ejemplo de lo que acabo de decir lo encontramos en el monitor de estantería RP-600M del legendario fabricante estadounidense, que por 649 euros pone en manos del amante del realismo sonoro un producto que a la hora de la verdad da mucho más de lo que a simple vista sugieren sus comedidas dimensiones. Toda una revelación, créanme.

Tweeter con bocina Tractrix, “midwoofer” con cono Cerametallic y puerto Tractrix: una receta infalible

Al igual que dije en mi análisis de la RP-500M, la primera impresión que se desprende de la RP-600M es que con unas dimensiones muy compactas logra impresionar gracias a la perfecta dosificación de la tecnología empleada en sus elementos clave. De entrada, lo que tenemos es un sistema bass-reflex de 2 vías y 2 altavoces con uno de los singularísimos puertos –ubicado en la zona posterior del recinto- Tractrix cuya particular geometría permite minimizar la distorsión y las turbulencias –de aire- incluso a las frecuencias más bajas, motivo por el que la Klipsch brilla de manera especial, con el impagable apoyo de un “midwoofer” con cono de Cerametallic, un material desarrollado por Klipch del que destaca el revestimiento en cobre centrifugado de su superficie, en la reproducción de dicha zona del espectro. Más aún, la sustitución del cono de 133 mm de diámetro de la RP-500M por el de 165 mm –con el pertinente incremento de la potencia del motor magnético- que monta nuestra invitada obra maravillas no sólo en extensión de la respuesta en graves sino también en pegada y en presencia sonora global, y además sin necesitar soportes dedicados, accesorios que en cualquier caso un servidor siempre recomienda para la inmensa mayoría de cajas acústicas de estantería.

Sólo una empresa con la experiencia de Klipsch en el terreno de las bocinas puede permitirse el lujo de incorporar una tan sofisticada como la Tractrix de 90ºx90º en una caja acústica de gama básica como la RP-600M

En lo que respecta al tweeter, señalemos que está equipado con un diafragma de titanio con tecnología LTS (“Lineal Travel Suspension”) de Klipsch que le permite minimizar de manera drástica la distorsión. Por otro lado, destaquemos el estudiado perfil de 90ºx90º de la bocina Tractrix que acompaña al transductor en cuestión está detrás de la muy precisa dispersión de las frecuencias medias/altas y altas del espectro, cualidad que se plasma en la innegable habilidad de la RP-600M para crear escenas sonoras amplias y muy bien estructuradas, no sólo en altura y anchura, sino incluso en profundidad precisamente como consecuencia de la mejora de la respuesta en graves antes apuntada. Por lo demás, la posibilidad de bicableado amplía las opciones de ataque de la Klipsch, a la vez que sus bestiales 96 dB/W/m de sensibilidad le permiten alcanzar niveles de presión sonora muy elevados con pocos vatios, vatios que no obstante deberán evaluarse debidamente vía pruebas de escucha para optimizar la sinergia con el amplificador.

VALORACIÓN ONOFF

+Graves y pegada brutales para una caja acústica tan compacta y asequible.

+Excelente presentación espacial de las frecuencias medias/altas y altas.

+Tecnología y materiales utilizados en los altavoces; sofisticación de la bocina Tractrix.

+Singularidad tecnológica y efectividad del puerto bass-reflex Tractrix.

+Sensibilidad muy elevada que garantiza niveles de presión sonora impresionantes.

+Gran polivalencia Alta Fidelidad/Cine en Casa.

-Necesidad de asegurar –¡probando!- la sinergia con el amplificador de ataque.

-La siempre recomendable adición de soportes dedicados obliga a gastar un poco más.

VALORACIÓN

CONSTRUCCIÓN: 4

DISEÑO: 4

PRESTACIONES: 5

CALIDAD SONORA: 4

CALIDAD/PRECIO: 5

CARACTERÍSTICAS

  • CONFIGURACIÓN: caja acústica bass-reflex de 2 vías
  • ALTAVOCES: 1 “midwoofer” con cono Cerametallic de 165 mm de diámetro y 1 tweeter con diafragma de titanio de 25 mm cargado en bocina Tractrix
  • RESPUESTA EN FRECUENCIA: 45-25.000 Hz, +/-3 dB
  • SENSIBILIDAD: 96 dB/W/m
  • IMPEDANCIA NOMINAL: 8 ohmios
  • POTENCIA DEL AMPLIFICADOR ASOCIADO: máxima de 100 W continuos y 400 W de pico
  • DIMENSIONES: 202x399x301 mm (An x Al x P)
  • PESO: 7’3 kg.
  • WEB DEL DISTRIBUIDOR: magnetron.es
  • PVP: 649 euros (pareja)

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