Banco de pruebas: Amplificador integrado estereofónico PrimaLuna EVO 200

Dotada de un empuje y un control genuinamente “solid state”, esta aparentemente tradicional electrónica brilla por el ingenio y el refinamiento desplegado por su nada tradicional ingeniería

En verano de 2019 analizamos para ustedes el modelo básico de la entonces flamante gama de amplificadores integrados estereofónicos EVO de la holandesa PrimaLuna, una marca que desde siempre se ha distinguido por la originalidad y efectividad de su ingeniería, calificativos ambos fruto del talento de Herman van den Dunge, uno de esos personajes que hacen posible la existencia de lo que conocemos como audio High End. De nombre EVO 100, el modelo en cuestión nos impresionó por la excepcionalidad de su relación calidad/precio –lo que por otro lado una de las señas de identidad reconocidas de PrimaLuna- y por la finura de su sonido, virtud esta última que es mejorada por el producto que protagonista el presente análisis -el EVO 200, modelo inmediatamente superior al EVO 100- gracias a su superior potencia de salida.

Una ejecución superclásica trufada de astucias tecnológicas

Lo primero que les diré del EVO 200 es que en directo se ve mucho más refinado que en fotografía, siendo el motivo una calidad de fabricación y de los acabados que “en diferido” no es tan evidente como en otros productos. Donde sí “la cara es el espejo del alma” es en el interior, donde encontramos una verdadera exhibición de “liturgia” audiófila tanto en lo que concierne a la ejecución física como a la calidad de los componentes empleados, elementos ambos que, como siempre en PrimaLuna, son rematados por una serie de innovaciones que realmente consiguen marcar la diferencia independientemente del competitivo precio –para un producto de su clase basado íntegramente en válvulas de vacío- al que nuestro invitado es propuesto. De dichas innovaciones habría que significar en primer lugar el sistema de polarización automática adaptativa de las válvulas Adaptive AutoBias, un “esquema inteligente” materializado en el uso de una extensa red de sensores que monitorizan y ajustan en tiempo real las válvulas para reducir de manera drástica –más del 50%- la distorsión y alargar la vida útil de las mismas. Otro elemento clave, en este caso a nivel de concepción, del EVO 200 lo encontramos en una estrategia orientada a hacer que las tensiones de placa y pantalla se sitúen muy por debajo del máximo aceptable -417 voltios en vez de 600 ó 625- para que la disipación térmica sea lo más baja posible. Esto hace que cada una de las válvulas de salida -2 pentodos EL34 de alta calidad por canal- entregue una potencia –el EVO 200 funciona en modo ultralineal- sustancialmente menor que la teóricamente posible, reduciéndose de este modo las demandas en materia de alimentación y, de nuevo, la distorsión global.

La ejecución interna del EVO 200 es de “libro de texto” en términos de purismo audiófilo aplicado a electrónicas a válvulas. Más interesante aún es lo que no se ve a simple vista, concretamente la originalidad y sofisticación de algunas de las astucias circuitales puestas a punto por su imaginativo creador

A ello hay que añadir la posibilidad de cambiar las válvulas de salida –“supertetrodo” KT150 incluido- con el fin de adaptar el sonido a los gustos de cada usuario, una flexibilidad que tiene mucho que ver con el cuidado puesto en el diseño de componentes tan fundamentales en todo amplificador a válvulas como son los transformadores de alimentación –de tipo toroidal y baja dispersión magnética- y, muy especialmente, de salida, estos últimos responsables directos de que la curva tonal está a la altura de las exigencias de los más puristas al ser los encargados de transferir la señal de audio a las cajas acústicas. En este sentido es fundamental destacar que los transformadores de salida del EVO 200 –que por otro lado son el componente más caro del aparato- combinan un diseño con banda pasante ultra-ancha hecho a medida con devanados realizados a mano por la propia PrimaLuna. Por lo demás, sobra decir que la calidad del resto de componentes es extrema, como corroboran el potenciómetro de volumen ALPS Blue Velvet y los relés herméticos de selección de la fuente de entrada, por ejemplo, a lo que hay que sumar la unión entre los mismos con soldaduras punto a punto con cables de muy alta calidad y elevado grosor.

Como es la norma en todos los amplificadores integrados de la gama EVO, el panel posterior del EVO 200 destaca por la calidad extrema de los conectores utilizados, tanto de señal –RCA en su totalidad- como de salida a las cajas acústicas (para 4 y 8 ohmios)

VALORACIÓN ONOFF

+Sonido transparente, cálido y con una capacidad dinámica sensacional.

+Curva de respuesta en frecuencia subjetiva perfecta.

+Profundidad y control de los graves absolutamente impresionantes.

+Ingeniería decididamente “distinta” por cortesía del talento de Herman van den Dunge.

+Calidad de los componentes utilizados; cableado interno punto a punto.

+Posibilidad de personalizar el sonido cambiando las válvulas de potencia.

+Circuitería de polarización automática adaptativa muy efectiva.

-Distorsión armónica elevada que, no obstante, hay que leer en clave “valvular”.

VALORACIÓN

CONSTRUCCIÓN: 5

DISEÑO: 4

PRESTACIONES: 5

CALIDAD SONORA: 5

CALIDAD/PRECIO: 5

CARACTERÍSTICAS

  • POTENCIA DE SALIDA: 2×44 W RMS por canal sobre 8 ohmios (modo ultralineal; con válvulas de potencia EL34)
  • RESPUESTA EN FRECUENCIA: 10-65.000 Hz, +/-1 dB
  • SENSIBILIDAD DE ENTRADA: 275 mV (con válvulas EL34)
  • RELACIÓN SEÑAL/RUIDO: 95 dB (ponderación A; con válvulas EL34)
  • DIMENSIONES: 365’8×154’9×403’9 mm (An x Al x P)
  • PESO: 23’76 kg
  • PVP: 2.990 euros (con válvulas EL34)
  • WEB DISTRIBUIDOR: sarte-audio.com

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