Banco de pruebas al altavoz Klipsch Groove XXL

La americana Klipsch se ha hecho un nombre en el mundo del sonido entre los aficionados, pero poco a poco también se ha abierto hueco en el mundo de los altavoces portátiles con una gama completa y algunos diseños “retro” bien apreciados.

Hoy probamos un altavoz Bluetooth de notables dimensiones que en realidad es la reedición de un modelo anterior (el KMC 3).

Descripción

Como decíamos se trata de un altavoz de grandes dimensiones para ser portátil o mejor dicho “portable”: 43 centímetros de ancho por 18 de alto y 14 de profundo, y un peso de 3,5 kg. Evidentemente lo que Klipsch ha buscado con este tamaño es poder ofrecer más potencia sonora que cajas más compactas, y lo hace usando tres altavoces y una buena cavidad interna.

Para medios y agudos en estéreo usa sendos altavoces con cono de 50 milímetros de diámetro “full range”, filtrados en graves (de 380 Hz para abajo) puesto que de esas frecuencias se encarga un altavoz de mayores dimensiones (cono de 133 mm) para ambos canales con salidas bass-réflex traseras. Es pues un sistema activo “2.1” metido en una caja. Cada altavoz de medios-agudos está alimentado por un amplificador interno de 15 vatios mientras que el de graves tiene una etapa dedicada de 35 vatios. Esos 65 vatios pueden llegar a ser 130 de pico, con una respuesta en frecuencia de 45 Hz en graves hasta 24 kHz, y una presión sonora máxima de 105 dB (medida a 50 cm).

Klipsch Groove XXL vista superior

Esto son potencias y presión sonora muy superiores a lo habitual en altavoces portátiles, y para alimentarlo hace falta bastante corriente. El modelo original (KMC 3) llevaba un compartimento para pilas (nada menos que ocho del tipo “D” grandes) que lo hacía poco práctico (y muy pesado), Klipsch ha lanzado este Groove XXL con la misma base pero alimentado por una batería de Litio mucho más ligera y que alcanza para 22 horas de uso. Viene en la caja un alimentador (y cargador) por si lo tenemos cerca de un enchufe.

También viene un mando a distancia tipo tarjeta, aunque el altavoz tiene controles básicos táctiles. Las entradas son solamente la Bluetooth y una toma jack estéreo (3,5 mm) para conectar directamente cualquier fuente portátil con esa salida de auriculares. Y tiene salida USB (para cargar el móvil).

Klipsch Groove XXL vista posterior

Prueba

Cuando el importador me dijo que me enviaba un altavoz Klipsch Bluetooth ¡no me esperaba recibir una caja tan grande! La instalación es sencilla y el Bluetooth se empareja fácil, y su alcance aguantaba bastante bien en mi ambiente (incluso con escaleras) aunque si la fuente no está cerca se pueden producir molestos cortes. Una pena no disponer de Wifi, que ampliaría mucho sus posibilidades.

En cuanto al sonido, esperaba un altavoz “fiestero” y me sorprendió su buena calidad. Mis primeras horas con él pasaron en mi despacho (una habitación) a bajo volumen con música clásica y jazz, y no esperaba tanta sutileza y buenos timbres de un altavoz así: muy bien. Su ADN de todos modos está claro y aún con volumen moderado saca muy buen partido de la música pop/rock, con graves profundos pero no exagerados ni retumbones (conviene no pegarlo mucho a una pared pues tiene salidas réflex traseras). Y, ya sea en un espacio más amplio o directamente en la terraza, el Klipsch mostrará que es capaz de sonar a alto volumen sin perder la compostura. Un altavoz sorprendente que puede ser una gran solución como accesorio o para segunda vivienda o de vacaciones.