De discreta y atemporal elegancia, estos auriculares demuestran una vez más que combinando adecuadamente ingredientes de la máxima calidad se pueden obtener unos resultados espectaculares.
La verdad es que los AH-D5200 están tan bien hechos que uno diría que su precio es el doble -o casi- de lo que se pide por ellos. Son unos auriculares de corte eminentemente clásico aunque con un toque de calculada modernidad que los hará muy atractivos incluso para los más jóvenes. Muy bien presentados, aunque sin lujos superfluos, se suministran de serie con un cable desmontable de alta calidad –un detalle que permite adivinar que estamos ante un producto “serio”- y las pertinentes clavijas para facilitar la conexión a cualquier electrónica portátil –los 24 ohmios de impedancia de los Denon dan para mucho al respecto- o estacionaria. Otro elemento de exclusividad de los AH-D5200 lo encontramos en la finísima piel que recubre las almohadillas y en el uso de aluminio en la estructura que soporta tanto la diadema como los cascos. Pero la verdadera esencia de los Denon la encontramos en los que sin duda son sus componentes clave: los transductores –altavoces- y los cascos.
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