Audición: Sistema Perlisten en Werner

Por Manel Segarra

No siempre se tiene la oportunidad de asistir a la eclosión de una marca como Perlisten que es capaz de arrancar poniendo toda la carne en el asador y sin ningún tipo de titubeo.

Porque si algo debemos admirar de esta nueva firma de altavoces nacida recientemente, es su firme convicción de entrar en el mercado con un portfolio muy completo pero, sobre todo, con una muy fundamentada e innovadora base técnica.

El propio nombre de la marca Perlisten viene de Perceptual Listening. Algo así como “audición perceptiva”. Los fundadores Dan Roemer y Lars Johansen tenían muy claro que debían aportar algo nuevo, como mínimo, desde un punto de vista conceptual y de ingeniería. De hecho, la nueva marca apunta a nombres muy consolidados y era obligatorio aportar algún valor añadido que pueda arañar cuota de mercado a estas otras marcas con decenios de historia detrás. El objetivo era alcanzar un rendimiento casi perfecto que iguale o supere a los mejores, lo que es mucho decir.

Por eso, cuando me convocaron a evaluar casi toda la artillería pesada de Perlisten en las instalaciones de Werner en Barcelona supe que esta audición iba a ser algo especial y con unas expectativas previas muy ambiciosas.

Composición del sistema

El sistema que presentan se compone de dos columnas frontales S7T, un altavoz central S7C, dos subwoofers (S212S + D12S), dos columnas laterales R5T y un altavoz trasero S4B. Todo en un impoluto acabado negro piano.

Obviamente, las protagonistas de esta audición son las flamantes columnas S7T. Cada una de ellas tiene siete transductores. Cuatro woofers de 180 mm. con una sofisticada cuadrícula en la membrana destacan en el frontal. Y, a media altura, tenemos dos drivers de 28 mm. junto con un tweeter de cúpula de berilio. Estos tres últimos transductores, integrados en una especie de lente que actúa de guía de ondas a partir de un patrón de direccionabilidad. Este sistema permite el control de la dispersión horizontal y vertical. Además, previene rebotes no deseados con suelo y techo. Pero Perlisten asegura que gran parte del óptimo rendimiento de las columnas se alcanza por la gestión de los filtros de corte de frecuencia. Es decir, se juega con los solapamientos para que el efecto final sea el de un teórico único transductor de rango completo.

Todo ello alimentado por un preamplificador Spectral DMC30, una etapa Spectral DMA 280s y, para el sistema de Home Cinema, gestionado por un previo NAD M17 V2i y una etapa multicanal NAD M28.

“Star Trek Beyond” es una película del 2016 de dudosa calidad artística. Como la mayoría de películas “del espacio”, ignora el hecho de que sin atmósfera el sonido no se transmite. Pero todo eso nos viene bien para disfrutar de un festival de sonido de reactores de naves espaciales, explosiones y temblores subterráneos convenientemente aderezados con una música espectacular. El sistema Perlisten funcionando al completo sorprende porque es sutil y refinado cuando se precisa y abrumador cuando hace falta. La sensación de inmersión es absoluta y la escena es literalmente infinita, como corresponde a ese supuesto espacio sideral en el que navegamos. El trabajo de los subwoofers es impactante y anónimo a la vez, porque no destacan por sí solos, pero está claro que su contribución es imprescindible. El resultado final no tiene nada que envidiar al de la mejor sala de cine comercial (exceptuando quizá unas raciones gigantes de palomitas dulces de colores).

La segunda parte de las pruebas

Pero para probar las bondades de las columnas, pasamos a una segunda parte de pruebas en una clásica configuración estéreo 2 + 1.  La canción “Quello Che Noin Ho” de Fabrizio De André (“Fabrizio De André”, 1981) empieza con una especie de efectos especiales. En realidad, son los sonidos de disparos de una cacería. La música es una original mezcla de blues, rock y canción mediterránea de autor. La voz de Fabrizio, rotunda, se hace muy presente en la sala. La dinámica de las columnas americanas es brutal. Es evidente que la amplificación Spectral hace su trabajo, pero la rapidez y contundencia de los altavoces se manifiesta desde el primer instante. Los timbres de la voz y de cada instrumento se perciben auténticos e identificables. No sé si podemos hablar de audición perceptiva o no, pero, desde luego, podemos decir que estamos al límite de la hiper-realidad en cuanto que los altavoces trasladan absolutamente todo a la sala y lo sobredimensionan en beneficio de una mayor espectacularidad. La escena es alta, profunda y, sobre todo, ancha. Las columnas parecen construir una imagen sonora casi panorámica de gran contraste y definición. Con “Dreamer” del álbum “Alive” (2014) de la pianista Hiromi, evaluamos la contundencia de los graves. Los ocho transductores de las columnas más el subwoofer restituyen tambores, bombo, bajo eléctrico con gran autenticidad y sin colorear. Quizá con un punto de agresividad que la propia Hiromi quería dar al tema. Este sistema parece pensado para disfrutar de un sonido neutro, puro y fiel a la grabación. Pero las Perlisten, al contrario que otros sistemas de altavoces High End, no se conforman con eso, sino que quieren llenar cada metro cúbico de la sala con una presencia y una espectacularidad bien entendidas que trasladarán al oyente a un nivel de percepción superior.

Columna frontal S7T

Especificaciones técnicas S7T

  • Sistema: 4 vías, bass reflex
  • Drivers: 1 x 28 mm, 2 x 28 mm. 4 x 180 mm.
  • Sensibilidad: 92,2 dB
  • Impedancia nominal: 4 ohmnios
  • Respuesta: 80 Hz a 20 kHz
  • Medidas: 1.295 x 240 x 400 mm.
  • Peso: 55,7 kilos.
  • Amplificador recomendado: de 100 a 600 W
  • Acabados: Piano black, Gloss white

A destacar

  • Tecnología innovadora
  • Acabados impecables
  • Sonido sin colorear
  • Respuesta rápida y dinámica
  • Integración subwoofers

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