Transmisión de audio y vídeo a través de la red

El desarrollo de las tecnologías IP ha favorecido la implementación de sistemas de transmisión de audio y video tanto a nivel doméstico como profesional que poco a poco van dejando de lado la necesidad de sistemas cableados locales.

Los protocolos de audio y video tradicionales se basan en la conectividad mediante cables específicos para transmitir las señales. HDMI y SDI son los protocolos de transmisión de mayor calidad, que coexisten con otros tanto digitales como analógicos de menor categoría. Entre estos, se encuentran algunos digitales de altas prestaciones, como las últimas versiones de USB y Thunderbolt, y otros analógicos heredados que prácticamente son reliquias, como RCA, jack y minijack.

A pesar de la calidad que puedan dar algunos de estas conexiones, todas tienen en común un aspecto: solo sirven para conectar dispositivos que se encuentran en la misma localización. No sirven para hacer conexiones entre dispositivos que se encuentran en diferentes puntos geográficos y mucho menos para hacer conexiones inalámbricas remotas.

La revolución IP

El desarrollo de Internet ha propiciado un boom del streaming de video, tanto con plataformas OTT como por IPTV, y el envío de audio y video de gran calidad (resolución hasta 8K, con HDR y en 360º), y sin que parezcan encontrarse límites.

El protocolo IP permite no solo enviar contenido multimedia a través de Internet, sino también en el propio hogar, donde además es cada vez más frecuente distribuir contenido de forma inalámbrica, gracias también a la mejora sin límite de la conectividad Wi-Fi.

Para usar en casa, los protocolos más utilizados son UPnP y su variante DLNA, que permiten configurar sistemas con servidores de medios, a los cuales se puede acceder desde cualquier dispositivo reproductor compatible con el protocolo. Estos sistemas ya permiten interconectar diversos dispositivos, por ejemplo, varios reproductores, al mismo servidor de medios. UPnP y DLNA son estándares, por lo que son independientes de marcas y modelos. AirPlay va en la misma línea, solo que esta vez se trata de un protocolo propietario de Apple, de tal forma que, aunque los dispositivos de destino (televisiones, receptores AV, amplificadores, barras de sonido, etc.) pueden ser de cualquier marca, los que almacenan y transmiten los medios únicamente pueden ser los que pertenecen al ecosistema de Apple.

Otros protocolos propietarios son los que permiten conectar diferentes dispositivos de audio para configurar sistemas multiroom. En este caso, aunque hay algunos estándares, es también frecuente que los fabricantes implementen sus propios protocolos.

Todo lo que hemos hablado hasta ahora funciona con implementaciones tanto cableadas como vía WiFi, y funcionan con dispositivos que se encuentran dentro de la red local.

La versión profesional

En el mundo de la televisión profesional, lo que se denomina entornos “broadcast”, la revolución viene de la mano de lo que se denomina “Producción IP”. Se trata de ir sustituyendo poco a poco la conectividad SDI (la que manda en el mundo profesional) por la conectividad IP, aunque, en un primer momento, complementando ambos mundos.

La conectividad IP supone un cambio de paradigma brutal. Las cámaras, los mezcladores, las mesas de audio, todos los componentes de un estudio de realización/producción pasan a conectarse mediante protocolos IP que transportan tanto la señal de vídeo como la de audio, además de señales de control y genéricas de un sistema TIC, integrándose con otros elementos de la red local que pueden ser otras fuentes de contenidos complementarias.

Los sistemas de producción IP, se pueden reconfigurar rápidamente, asignado recursos de un estudio a otro en tiempo real. Y no solo eso, sino que hace posible incluso que determinados profesionales, puedan trabajar desde casa como si estuvieran en el propio estudio, y cambiar de programa sin moverse del lugar en el que se encuentra.

La producción IP es una realidad

En la actualidad, hay ya muchas productoras y canales de televisión con estudios IP. TVE tiene tres estudios en San Cugat que todavía no están a pleno rendimiento, pero pretenden ser la avanzadilla en España de este tipo de producción. Y muchos son ya los eventos deportivos que se realizan con estudios basados en IP. En estos eventos, hay un equipo de producción en la misma localización del evento (las cámaras no pueden estar en otro sitio), mientras que el resto del equipo se encuentra en un estudio a kilómetros de distancia, interconectados por sistemas IP con las mismas facilidades que si estuvieran en la localización.

Parte de la culpa del desarrollo de la producción IP la tiene NDI, de NewTek y el protocolo SRT (Secure Reliable Transport Protocol) de Haivision.

NDI (Network Device Interface) está diseñado para permitir que los productos compatibles con audio y video se comuniquen, entreguen y reciban video de alta calidad, con baja latencia, a través de IP. Desde su concepción en 2015, NDI se ha convertido en el protocolo IP más utilizado del mundo adoptado por millones de profesionales del video.

SRT es un protocolo de transporte de video de código abierto y una pila de tecnología que optimiza el rendimiento de la transmisión de video en redes impredecibles. Con transmisiones seguras y cruce de cortafuegos simplificado, SRT ofrece la mejor calidad de video en las peores redes.

Mientras que NDI tiene su mejor aplicación en un entorno de red local (aunque también puede funcionar sobre Internet), SRT estás diseñado para conexiones sobre Internet.

En todo caso, son dos herramientas que están cambiando la forma en que se producen contenidos de televisión Broadcast.

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