Banco de pruebas: Cajas acústicas JBL L100 Classic

Una impecable puesta al día de un sistema de altavoces mítico de la época dorada de la Alta Fidelidad que cautiva por la calidad de su ingeniería, su versatilidad y la fuerza de su sonido… ¡bienvenidos a un futuro gran clásico del audio con las cajas acústicas JBL L100 Classic!

Siempre recordaré el primer catálogo con el que comenzó mi ya larga relación –por suerte, más de amor que de odio- con la reproducción sonora de alta calidad. Corría el otoño de 1975 y asistí a mi primer Sonimag, el en su momento carismático Salón Internacional del Sonido y la Imagen que se celebraba cada año –la última edición fue en el 2000- en Barcelona.

El catálogo de marras –que guardo como un pequeño tesoro- era una precioso desplegable en cuya portada figuraban únicamente las palabras “JBL: A Contemporary Collection” rodeadas por un omnipresente fondo naranja fluorescente. Había sido impreso en Estados Unidos en el año 1974 y en el mismo figuraban varias cajas acústicas de diferentes niveles de precio de las que se me quedaron grabadas los nombres de los tres modelos superiores: la L100, la L200 y la L300.

JBL L100 Classic

Los característicos atenuadores “L-pad” tienen mucho que ver en el magnífico equilibrio de la curva tonal exhibido por la L100 Classic con todo tipo de géneros musicales y a prácticamente cualquier nivel de volumen

Tres cajas acústicas de corte clásico diseñadas y construidas en California y que en cierto modo venían a ser la traslación al ámbito doméstico de los extraordinarios monitores de estudio de JBL, que con 73 años en el mercado –vio la luz, al igual que su compatriota Klipsch, en 1946- es una de las firmas más longevas del sector del audio. La integración de JBL, con el nombre JBL Synthesis, en la división de audio de lujo del Grupo Harman –a su vez integrado en el gigante surcoreano Samsung- ha hecho que los máximos responsables de la compañía fundada por James Bullough Lansing se hayan animado a decisiones como la que ha hecho posible el producto que protagoniza el presente análisis: una versión completamente puesta al día, aunque respetando el diseño original, de la celebradísima –amén de un auténtico superventas- L100.

Tres transductores de muy altas prestaciones y los icónicos atenuadores “L-pad” de las Cajas acústicas JBL L100 Classic

Antes de entrar en materia, es importante saber que la L100 fue lanzada al mercado en 1970 y que con el tiempo se convirtió en la caja acústica más vendida de la historia de JBL. Había, pues, motivos para hacerle un buen lavado de cara aprovechando los avances tecnológicos realizados en casi medio siglo aunque sin tocar sus fundamentos.

Y así fue cómo en 2018 vio la luz la L100 Classic, que analizamos para ustedes a continuación después de haberla escuchado en Supersonido Barcelona atacada por electrónicas a válvulas de la estadounidense Audio Research. Pocos misterios habría en la configuración electroacústica de base -diseño bass-reflex, con puerto de emisión frontal, de 3 vías y 3 altavoces- si no fuera por la inmensa categoría de los altavoces empleados, todos ellos diseñados y construidos por JBL: un tweeter de cúpula de titanio con lente acústica y guía de onda dedicadas, un altavoz de medios con cono de celulosa pura revestida de polímero y un imponente woofer con cono de celulosa pura en blanco.

El fabricante define a la L100 Classic como una caja acústica de estantería, aunque sus dimensiones sugieren –como, en efecto, así es- un comportamiento óptimo montadas sobre soportes de pie dedicados, soportes que, obviamente, existen –opcionales- y, como consecuencia de su diseño, inclinan ligeramente el recinto afinando de este modo la respuesta en fase y por tanto mejorando la escena sonora obtenida.

JBL L100 Classic

La guinda de las JBL, cuyo recinto –de corte clásico- combina un panel frontal de 25 mm de grosor con refuerzos internos y la inconfundible rejilla protectora de espuma Quadrex, la ponen los atenuadores de tipo “L-pad” –de ahí la “L” del nombre de nuestra invitada- que permiten, mediante la combinación de resistencias conectadas en serie y en paralelo, al usuario ajustar el nivel de volumen relativo de los altavoces agudos y medios sin tocar la impedancia global.

¿Puntos débiles? En mi opinión, sólo uno: la necesidad imperativa de no precipitarse en la selección del amplificador de ataque so pena de que los agudos se descontrolen. Luego está el precio, elevado (5.399 euros por pareja; los soportes dedicados JS-120 suponen añadir otros 499 euros) pero justificado por la exclusividad del producto.

VALORACIÓN ONOFF

+Sonido de clásico a la “manera americana”, con un timbre y una dinámica impolutos.

+Respuesta en graves magnífica en precisión tonal, profundidad e impacto.

+Calidad de fabricación global, con mención especial para los altavoces.

+Precisión de los atenuadores dedicados para los altavoces de medios y agudos.

+Sensación de exclusividad aportada por el pedigrí de la marca.

-Imprescindible cuidar la elección de la electrónica asociada.

-Escena sonora óptima sólo si se utilizan los pies dedicados.

VALORACIÓN

CONSTRUCCIÓN: *****

DISEÑO: ****

PRESTACIONES: ****

CALIDAD SONORA: *****

CALIDAD/PRECIO: ****

CARACTERÍSTICAS

  • CONFIGURACIÓN: sistema bass-reflex de 3 vías/3 altavoces
  • ALTAVOCES: 1 woofer de 300 mm de diámetro, 1 altavoz de medios de 125 mm y 1 tweeter de cúpula de 25 mm
  • RESPUESTA EN FRECUENCIA: 40-40.000 Hz (puntos de corte a -6 dB)
  • SENSIBILIDAD: 90 dB/W/m
  • IMPEDANCIA NOMINAL: 4 ohmios
  • POTENCIA DEL AMPLIFICADOR ASOCIADO: 25-200 W continuos
  • DIMENSIONES: 389’6×636’5×371’5 mm (An x Al x P)
  • PESO: 26’7 kg

Las cajas acústicas JBL L100 Classic tienen un precio de 5.898 euros la pareja, con los soportes incluidos.

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